martes, 8 de febrero de 2011

PROYECTO PARA UN MUSEO TEMÁTICO: MOLINOS DE LA OROTAVA



JUSTIFICACIÓN HISTÓRICA

El papel que ha jugado el agua en la configuración de la trama urbana y agrícola de la Villa y el Valle de la Orotava no es necesario argumentarlo, por suficientemente conocido; sí resulta reseñable, sin embargo, constatar que este hecho no ha sido estudiado con la amplitud y el detenimiento que merece. Las aproximaciones históricas a la fundación y desarrollo del núcleo poblacional y a la dinámica del territorio que lo circunda son aún incompletas y, lo que resulta más llamativo, las existentes permanecen desconocidas para la gran mayoría de la población que aquí tiene su asiento. Creemos, incluso, que aún en el caso de que tales estudios pudieran realizarse no resultarían suficientes porque la publicación puntual de un libro o cualquier otro soporte informativo tiene, por sus características, una actualidad y una presencia efímeras. Estimamos por ello que, a fin de garantizar la necesaria continuidad de ese pasado remoto o inmediato en nuestra memoria individual y colectiva, resulta imprescindible un centro dinámico que mantenga activa la conciencia de nuestra historia. Esa es una de las funciones que cumpliría el Museo Temático cuyo proyecto tratamos de articular.



Cubo del molino de las cuatro esquinas

Por otra parte, de los vestigios de ese entramado construido alrededor del curso del agua que descendía de los nacientes y manantiales de la zona alta del Valle el más llamativo y el mejor conservado es el molino de agua, de ahí que sean esos edificios, los espacios desde los que aún resulta posible relatar parte de nuestra historia y de ahí esta propuesta para rescatarlos y devolverlos a nuestra memoria y por ello a nuestro presente, convirtiéndolos en sede de ese futuro Museo.

EL MUSEO TEMÁTICO COMO ELEMENTO DE DINAMIZACIÓN CULTURAL


Molino de las cuatro esquinas

Cualquier política cultural que se precie no puede centrarse sólo en una zona, en este caso, del municipio y dejar abandonada otras. Si se repasa la historia de nuestra Villa se observará que tradicionalmente ésta parece sólo haberse desarrollado y desplegado en el núcleo al que con toda propiedad se denomina casco histórico y que coincide con lo que en el lenguaje coloquial se conoce como Villa Abajo.

Los barrios periféricos han sufrido un secular abandono que sólo en nuestra historia más reciente ha comenzado a paliarse, resultando así innegable el desarrollo que han experimentado zonas como la Perdoma, la Florida, Pino Lere, Camino Chasna, etc., tradicionales lugares de asentamiento de peones agrícolas y medianeros hasta un pasado muy próximo. Resulta por ello llamativo que una parte del núcleo poblacional de la Orotava, la Villa Arriba, haya quedado marginada y olvidada sin que, hasta el presente, se haya diseñado una política suficientemente activa para esta zona. ¿Cuáles son las razones? ¿por qué no se percibe como problema lo que objetivamente es un desarrollo poco armónico y descompensado del espacio urbano de la Villa?

Las razones históricas son múltiples y tienen que ver, sin duda alguna, con la composición de clase de las gentes que habitan la Orotava y con el poblamiento original. El barrio del Farrobo, como se conocía históricamente a la Villa de Arriba, fue asiento de una población mayormente artesana que con su laboriosidad ha contribuido a configurar parte de la historia de nuestro pueblo; su aportación sin embargo permanece soterrada porque no ha sabido o podido proyectarse, salir a la luz, relumbrar del mismo modo que lo ha hecho la actividad de las gentes que se asentaron en la Villa de Abajo. El establecimiento de las clases pudientes en esta zona baja y la ubicación en ella del más relevante lugar de culto así como de los espacios de despliegue de la vida social han posibilitado que las manifestaciones culturales y lúdicas del pueblo hayan estado siempre radicadas en esta zona –nada resulta más evidente que constatar por un lado, la inexistencia de espacios públicos de intercambio, reunión y representación como plazas, teatros, cines, etc., en el barrio del Farrobo desde los que vertebrar las creaciones de sus gentes, y por otro, y como contrapartida, el notable número de bodegas que han jalonado este espacio urbano–. El mantenimiento de una situació que, sin duda, es un vestigio histórico, carece de sentido en el presente y a ello hay que poner remedio.

El espacio que pretendemos recuperar incluye el Molino de las cuatro esquinas, el Molino de Josefina, la canalización de tea que los unía y el espacio público que existe entre ambos - el Proyecto incluye la puesta en funcionamiento de los molinos mediante la circulación de agua en circuito cerrado-; esta recuperación permitiría no solo disponer de los recintos de los citados molinos como lugar de ubicación de los elementos del museo temático sino que posibilitaría la puesta en funcionamiento y la exhibición permanente de los mecanismos que operaban en su etapa activa (¡el impacto estético y la atracción turística que esta puesta en funcionamiento supondría, resulta más que evidente!).

Molino de Josefina

Canalización de tea entre molinos

Entendemos, finalmente, que esta recuperación constituye, en cierto sentido, la cancelación de una deuda histórica de la Orotava con uno de sus barrios más emblemáticos y al mismo tiempo es una plataforma desde la que proyectar una creatividad que sin duda ha existido y existe en el Farrobo y que por las circunstancias históricas antes mencionadas se ha mantenido ocluida.


CONCEPCIÓN DEL MUSEO TEMÁTICO

La vertiente aplicada que la ciencia ha tenido a lo largo de su historia –bien fundamentando el funcionamiento de máquinas e ingenios descubiertos a veces por pura intuición, o bien sirviendo como inspiración de otros construidos a partir de sus principios– ha ido dejando su huella no sólo en toda clase de instrumentos, máquinas, etc., sino también en los edificios que los albergaron. Es posible por ello hablar con toda propiedad de la existencia de una arqueología industrial o científica cuyo objetivo no es otro que hallar y recuperar restos de esa actividad pretérita sin la que la historia de las comunidades resulta incompleta.

Chorro
Teniendo en cuenta que gran parte de la actividad industrial de la zona aparece ligada a la capacidad motriz del agua, el espacio cultural y museístico cuyo proyecto queremos desarrollar tendría entre sus funciones no sólo la recuperación, puesta en funcionamiento y contextualización de todos aquellos elementos técnicos en los que se ponga de manifiesto la aplicación consciente de principios científicos a actividades de la vida cotidiana y productiva de nuestro valle, sino también la creación de una sensibilidad específica hacia los vestigios de nuestro pasado artesano e industrial, auspiciando e incentivando la donación, cesión, préstamo, etc., de todo tipo de útiles, máquinas, diseños, etc., con él relacionados.

Este proyecto se halla en perfecta sintonía con la política de investigación, proyección y divulgación científica que desarrolla la FUNDACIÓN CANARIA OROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA y desde ella se impulsaría; al mismo tiempo resulta complementario con otras iniciativas que pretenden recuperar y potenciar investigaciones de historia local.


En el panorama actual de museos en la isla de Tenerife abundan, ciertamente, las propuestas de apertura de nuevas instalaciones que, por lo general, no están fundamentadas con los mínimos requisitos de relevancia científico-patrimonial ni de viabilidad respecto a la adecuación de infraestructuras, disponibilidades de montaje y garantías de mantenimiento a largo plazo. Estimamos, por el contrario, que la propuesta de creación de un museo en La Orotava dedicado monográficamente a los molinos está plenamente justificada en función de los siguientes aspectos:

1. Los cereales y la molinería han desempeñado un papel de primer orden en la historia de la agricultura, la tecnología popular y el consumo alimentario de la isla de Tenerife.

2. No existe en Tenerife ningún museo o centro que presente de forma sistemática la evolución histórica de la molinería en la isla y que esté orientado a la conservación y difusión del patrimonio mueble e inmueble y los saberes técnicos asociados a la transformación de los cereales.

3. Entre la rica variedad tipológica de molinos de Tenerife, tanto histórica como geográfica, los molinos de agua de La Orotava pueden ser considerados de primer orden, no sólo por la importancia y continuidad de su producción a lo largo de siglos, sino muy en particular, por sus singularidades técnicas.

Molino de la Magnolia
4. Desde el punto de vista de la idoneidad del inmueble, el estado actual de los molinos de agua permiten prever unos gastos de rehabilitación arquitectónica relativamente bajos, incluso considerando que ésta deberá contemplar su adecuación a las necesidades como instalación museística.

5. Si bien no se disponen de fondos y colecciones públicas para aportar inicialmente al montaje de este museo, tenemos constancia de que en La Orotava hay muchos particulares que conservan objetos, iconografía y documentación relevante para la historia y la cultura material de los molinos. Por lo demás, las gestiones orientadas a la cesión o depósito de esas piezas y materiales documentales contribuiría eficazmente a la conservación y disfrute público de este apartado del patrimonio cultural del municipio.

6. Finalmente, en lo que se refiere al equipo de profesionales que necesariamente tendrían que intervenir en la elaboración de un proyecto museístico de estas características, desde la FUNDACIÓN OROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA se puede garantizar el concurso y coordinación de arquitectos, historiadores sociales, historiadores de la ciencia y la tecnología, antropólogos, técnicos de museos y especialistas en instalaciones museísticas.

ALCANCE TEMÁTICO DEL MUSEO

Sin predeterminar el montaje museístico que finalmente se decida, el museo presentaría contenidos expositivos en los siguientes ámbitos:

1. El agua como elemento vertebrador de la historia de la Orotava.

2. Importancia de los cereales en la historia socioeconómica y cultural.

3. Evolución y descripción tipológica de las tecnologías de transformación de cereales, con especial referencia a la molinería hidráulica.

4. Principios físicos e implementación técnica de la molinería tradicional.

5. Los molinos de agua de La Orotava como manifestación singular de tecnología molinera.

6. Los molinos de agua de La Orotava en el contexto de la evolución de la vida cotidiana en el municipio.


Lavaderos y lavanderas


Por último, es importante destacar que la instalación de este museo supondría asimismo una importante contribución en los siguientes aspectos:

1. Salvaguarda de varios de los inmuebles más relevantes desde el punto de vista histórico del patrimonio arquitectónico de La Orotava y de sus contextos urbanos.

2. Integración de estos inmuebles y sus contenidos expositivos, a través de circuitos culturales, en el conjunto del patrimonio histórico y la actividad ciudadana del municipio.

3. Creación de una base de datos documental del patrimonio histórico, mueble, inmueble e intangible, vinculado al cultivo de cereales y molinería en La Orotava.

4. Valorización de esta iniciativa cultural como un referente de centro especializado en la oferta museística insular.

5.- Elemento dinamizador de la vida ciudadana

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