martes, 26 de abril de 2011

HIPOTECA DE FUTURO: EL PARO JUVENIL


Cuando leo que la tasa de paro juvenil en nuestro país roza el 45% no acabo de entender la escasa contestación social que ello genera; al parecer nos hemos instalado en un conformismo, al que acompaña un acentuado individualismo insolidario, que nos inhabilita para ello.


Se dice que España cuenta con la juventud mejor preparada de su historia y probablemente así sea, pero también es esta una generación con escasas expectativas de llevar a la práctica lo que sus conocimientos posibilitan: ¡será, pues, una generación frustrada y, por desgracia, apática!

Es cierto, también, que estos años de crisis han servido para extender la perniciosa, por desmovilizadora, idea -¡idea interesada, sin duda!- de que la política está mediatizada de forma total por la economía a la que, con la encarnadura de "los mercados", resulta casi imposible ponerle rostro; se pretende que, al igual que en los viejos tiempos, quedemos a merced de unos nuevos dioses, más difusos si cabe que los de la mitología griega, ante los que, nos dicen, sólo cabe la resignación o la locura y la muerte ¿Será cierto que no puede ponérseles rostro o será esta idea una mera "cortina de humo" para acentuar nuestra sensación de impotencia? ¿Tenemos que aceptar, sin cuestionarlo, este diagnóstico? Estoy seguro de que otra realidad es posible.


domingo, 24 de abril de 2011

LA IZQUIERDA DE LA OROTAVA TRABAJA PARA COALICIÓN CANARIA



Tal y como habíamos señalado en artículos anteriores la sedicente izquierda orotavense se presenta a las próximas elecciones municipales más fraccionada que nunca; cinco siglas se disputan un espacio que nunca ha sido mayoritario en La Orotava. Resulta evidente cual será el resultado final: la revalidación de la mayoría absoluta de Coalición Canaria.

Al igual que en ocasiones anteriores -¡y van ya diez!- cada uno de los grupos acentúa su peculiar, exclusivo, singular y único proyecto, al tiempo que, por un lado, señala su acendrada disposición a abanderar la unidad de las fuerzas progresistas y, por otro, culpa a los otros del fracaso de esa inalcanzada unidad: ¡una historia que, por repetida, aburre!

Y, ¡henos aquí!, a los que nos gustaría acabar con la hegemonía de Coalición Canaria en La Orotava -entre otras razones por simple higiene democrática-, huérfanos y sin saber que hacer con nuestro voto y cada vez más convencidos de que en los partidos de la izquierda orotavense se ocultan "topos" de Coalición Canaria.


UNA VEZ DESACTIVADO ZAPATERO, ¿A QUIEN PEDIR RESPONSABILIDADES POR ESTA SEMANA SANTA PASADA POR AGUA?

  • Finaliza una Semana Santa pasada por agua en la que hemos tenido ocasión de asistir a múltiples y variados episodios de irracionalidad extrema y a más de una secuencia digna de figurar en una película de Berlanga. 
  • La parafernalia que se despliega en torno a estas fechas nos hace dudar sobre los pretendidos avances de la racionalidad en nuestro país; miles de encapuchados, incansables aporreadores de tambores, flagelantes, costaleros, damas portando cirios y velas con aspecto compungido, curas y autoridades militares y civiles de todo pelaje y condición han invadido las calles y plazas de nuestras ciudades alterando su discurrir normal. ¡Es la tradición -se nos dice- y hay que respetarla!
  • A los fieles no parece extrañarles que, año tras año y en los lugares de mayor fervor, el tiempo climatológico les sea adverso y que el personaje central de la representación -al que le atribuyen un poder omnímodo- no parezca favorecer el espectáculo.
  • Pedir coherencia en cuestiones de fe ya se sabe que carece de sentido; por otra parte, una vez desactivado Zapatero ya no es tan sencillo encontrar al responsable de que las cosas no sucedan de acuerdo a nuestros planes.


lunes, 18 de abril de 2011

PERPLEJIDADES XVI: ¡POR UNA DIGNIFICACIÓN DE LA POLÍTICA!

  • La desfachatez y el cinismo de los que hace gala el PP van a acabar movilizando a un electorado tradicionalmente de centro izquierda dispuesto a ver, incluso como deseable, una alternancia que dificulte y rompa las redes clientelares y las corruptelas que parecen acompañar ineludiblemente a los instalados en o en los aledaños del poder. ¡Pero esta derecha no guarda ni las formas!
  • Asco me produce el comportamiento de la red mediática de la derecha y del propio Partido Popular en torno al asunto del terrorismo. La persecución de la que es objeto el más eficaz de los Ministros de Gobernación es de una villanía sin precedentes; cada vez resulta más claro que a estos hipócritas no les interesa el fin del terrorismo etarra si este se consigue bajo mandato socialista y poco les importa manipular en su beneficio el dolor y las comprensibles ansias, en unos casos de justicia y en otros de venganza, de las víctimas de la barbarie terrorista.
  • Delegamos en los políticos para que gestionen la "cosa pública" y resuelvan los problemas mediante la confrontación civilizada y el acuerdo; en nuestro país, por el contrario, se acentúan las diferencias, se criminaliza al adversario y se obstaculiza el acuerdo. Los exabruptos y la continuada actitud del ex Presidente Aznar son un buen ejemplo de lo que da la cantera nacional.
  • Una excelente muestra de madurez democrática sería que en las próximas elecciones autonómicas el PSOE ganara en la Comunidad Valenciana y, cuando proceda, el PP lo hiciera en Andalucía. Tramas mafiosas a lo "Gürtel" y ERES fraudulentos pasarían factura a los políticos y cierta regeneración resultaría factible.


jueves, 7 de abril de 2011

ALGUNA VEZ HABRÁ QUE HABLAR DE ELLO: ¿QUÉ HACER CON LOS "LISTOS"?

Esperanza Aguirre ha conseguido poner de actualidad un asunto al que, desgraciadamente, por una visión simplista y, a mi juicio, errónea, apenas se le ha dedicado tiempo: ¿qué hacer con los alumnos destacados?

Recuerdo que, durante mi época como docente y después de una experiencia educativa en USA, traté de introducir en el centro en que trabajaba, el IES Rafael Arozarena, aprovechando la fiebre de la optatividad que aquejó a nuestro sistema durante un tiempo, un itinerario de excelencia a lo largo del Bachillerato. El intento se saldó con un fracaso y mi prestigio como vieja referencia de la izquierda quedó seriamente dañado; soplaban entonces poderosos vientos integradores en los que se ocultaba un castrante igualitarismo que ha hecho muy poco por la calidad de la enseñanza y durante años se ha penalizado a los que tenían mayor capacidad intelectual.

Obsesionados por extender la educación a todos -una actitud, sin duda, encomiable- se ha intentado, al tiempo, negar una realidad -la diferencia de capacidad intelectual de los alumnos- sacrificando la calidad: los contenidos -fuente de dificultad- se han dulcificado para "proteger a los desfavorecidos" y se ha acabado "vendiendo humo".

Negar la mediocridad del sistema educativo recuerda otras negativas -¡la de la crisis económica!- de infausto recuerdo y despachar con el calificativo de "ocurrencia" la imiciativa de la Presidenta de la Comunidad Madrileña es eludir el problema que la sustancia: el de la excelencia.

Quedó arrumbada en el basurero de la historia aquella vieja máxima, del también viejo Marx , "A cada cual segun sus necesidades, de cada cual según sus capacidades" ¡Quizás sea tiempo de recuperarla!




CELINE : VIAJE AL FIN DE LA NOCHE


La reciente polémica sobre la oportunidad de festejar o no a un escritor eximio, al tiempo que miserable filonazi, como Louis Fredinand Destouches, mas conocido como Celine, me ha movido a revisar su obra más emblemática, "Viaje al fin de lo noche". 

Sumergirse en las páginas de esa novela  es una experiencia de la que no se sale indemne. Desde las primeras páginas del relato percibes que no habrá espacio alguno para la épica y que lo que va a contarte el personaje central -un trasunto del autor- estará totalmente desprovisto de heroísmo. La prosa descarnada, dura, incorrecta y poco convencional -aunque no exenta de una extraña e incómoda belleza- apenas te da respiro y, poco a poco, su mirada sobre la especie humana, más que pesimista, asqueada, te va atrapando, dejando en tí una sensación viscosa que imaginas similar a la que debe sentir la presa a la que embute, en su tela, una araña.

Las páginas sobre su participación en la Gran Guerra -¡esa que hizo aflorar los sentimientos patrios hasta el paroxismo para luego enterrarlos (desgraciadamente por poco tiempo) en el lodo y barro de las trincheras!- te inmunizan frente a la retórica de las "grandes causas": ¿Cómo iba a figurarme aquel horror al abandonar la Place Clichy? ¿Quién iba a poder prever, antes de entrar de verdad en la guerra, todo lo que contenía la cochina alma heroica y holgazana de los hombres? Ahora me veía cogido en aquella huida en masa, hacia el asesinato en común, hacia el fuego... Venía de las profundidades y había llegado. Celine no deja el menor resquicio: Escúcheme bien, compañero, y no deje pasar nunca más, sin calar en su importancia, ese signo capital con que resplandecen todas las hipocresías criminales de nuestra sociedad: "El enternecimiento ante la suerte, ante la condición del miserable...". Os lo aseguro, buenas y pobres gentes, gilipollas, infelices, baqueteados por la vida, desollados, siempre empapados en sudor, os aviso, cuando a los grandes del mundo les da por amaros, es que van a convertiros en carne de cañón... Es la señal... Infalible. Metidos en "faena" no hay otro objetivo que sobrevivir y a ello se aplicará nuestro antihéroe.

La siguiente etapa del viaje es África, el mundo colonial, del que ya atisbamos rasgos en el barco que conduce a Celine a su nuevo destino: En el frío de Europa, bajo las púdicas nieblas del norte, aparte de las matanzas, tan sólo se sospecha la hormigueante crueldad de nuestros hermanos, pero en cuanto les excita la fiebre innoble de los trópicos, su corrupción invade la superficie. Entonces nos destapamos como locos y la porquería triunfa y nos recubre por entero. Es la cofesión biológica. Desde el momento en que el trabajo y frío dejan de coartarnos, aflojan un poco sus tenazas, descubrimos en los blancos lo mismo que en la alegre ribera, una vez que el mar se retira: la verdad, charcas pestilentes, cangrejos, carroña y zurullos. También allí el panorama resulta desolador y no hay en el relato destello alguno de esas ráfagas de luz que encontramos en cronistas de la empresa colonial como Kipling y, mucho menos, ecos de esas ficciones novelescas en las que se desplegaban las aventuras africanas de exploradores reales o de pacotilla -¡pero a los ojos de Celine, siempre falsos y, desde luego, nada heróicos!

La historia va a volverse más personal tras el breve interludio en el que relata su estancia en los Estados Unidos; allí ejerce como obrero en la fábrica de automóviles Ford -una pieza despersonalizada en una cadena de montaje-: "¡No te van a servir para nada aquí los estudios, chico! No has venido aquí para pensar, sino para hacer los gestos que te ordenen ejecutar... En nuestra fábrica no necesitamos a imaginativos. Lo que necesitamos son chimpancés... Y otro consejo. ¡No vuelvas a hablarnos de tu inteligencia! ¡Ya pensaremos por ti, amigo! Ya lo sabes; y allí, también, encontrará a Molly, una de las escasas personas por las que Ferdinand (Celine) siente empatía, y a la que envía un mensaje que, salido de unas páginas tan desesperadas, desconcierta: Buena, admirable Molly, si aún puede leerme, desde un lugar que no conozco, quiero que sepa sin duda que yo no he cambiado para ella, que sigo amándola y siempre la amaré a mi modo, que puede venir aquí, cuando quiera compartir mi pan y mi furtivo destino. Si ya no es bella, ¡mala suerte! ¡Nos arreglaremos! He guardado tanta belleza de ella en mí, tan viva, tan cálida, que aún me queda para los dos y para por lo menos veinte años aún, el tiempo de llegar al fin.

Recuperamos a nuestro protagonista en Francia y lo vemos convertido en médico -de sus años de estudio poco nos cuenta- en La Garenne-Rancy, ahí, a la salida de París, justo después de la Porte Brancion.

La sordidez vuelve a instalarse en el relato que, ahora, deviene más cercano, formando parte de la cotidianeidad y de la normalidad, -¡o, al menos, de lo que por tal parece aceptar nuestro antihéroe!-. Asistimos, así al deprimente espectáculo -Celine continúa aplicando su implacable mirada- de la vida en los suburbios en los que nuestro protagonista-testigo ejerce como médico. Hasta allí llegará el recurrente Robinson, al que Ferdinand había conocido durante la guerra y al que había vuelto a encontrar en las colonias y en América, para desencadenar un nuevo descenso a los infiernos.

La novela parece una ilustración terrenal de esa máxima que Dante había colocado a las puertas del Averno, "Lasciate ogni esperanza voi ch'entrate".


miércoles, 6 de abril de 2011

PERPLEJIDADES XV: LAS ELECCIONES ESTÁN A LA VUELTA DE LA ESQUINA,¡Y YO CON ESTOS PELOS!


  • Poco a poco comienza un bombardeo que no por conocido y repetitivo resulta más tolerable: tirios y troyanos acusan a sus oponentes de toda clase de desatinos  al tiempo que se ofrecen para ponerles remedio si, desplazados aquellos, ocupan su lugar. ¡Una ceremonia que, cada vez, genera, al menos en mí, menor ilusión y expectativas!
  • El panorama nacional es deprimente -con un PSOE herido de consideración e incapaz de generar la más mínima ilusión y un PP que sigue sin sacudirse la caspa y sin tener sentido de Estado y cuya instalación en el poder, más por abandono del contrario que por méritos propios, tampoco concita expectativas-, pero no le van a la zaga los ámbitos más próximos. En efecto, por un lado, no parece atisbarse a nivel regional posibilidad alguna de desplazar del centro de poder a esa coalición, sedicentemente nacionalista, expresamente diseñada y orquestada para tal fin y, tampoco, con el suicida y pertinaz fraccionamiento de la izquierda, resulta razonable esperar modificación alguna del statu quo en nuestro municipio. No será factible, así, acabar con un clientelismo ampliamente extendido por la falta de alternancia: la democracia se empobrece y se instala en la sociedad, cada vez en mayor medida, la convicción de que dedicarse a la política no es otra cosa que buscarse un empleo -¡muchas veces de alta rentabilidad!
  •  Dedicarse a la "cosa pública" parece estar reñido con cualquier clase de idealismo o con cualquier impulso noble y quizás por ello la sociedad civil acaba desarrollando una indiferencia y una tolerancia hacia la corrupción -¡generalmente la de aquellos a los que considera suyos!- que resulta extraordinariamente preocupante. ¡Admiro a los que, a pesar de "todo lo que cae", desarrollan con honradez su tarea política!