jueves, 13 de enero de 2011

LECCIONES DE LA "OTRA HISTORIA": Elecciones municipales y alternativa de progreso




Leyendo viejos textos y recordando pasadas batallas para escribir esa "Otra historia de La Orotava" he topado con documentos recogidos en "El Aguijón" en los que se habla de las primeras elecciones municipales.

Me ha parecido interesante recoger alguno de ellos y ponerlo en relación con otros, del momento presente. Quizás ayuden -¡aunque debo decir que lo dudo!- a los rectores de los partidos de izquierda a reconsiderar su forma de encarar los próximos comicios municipales.

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Han pasado más de treinta años desde que se celebraron las primeras elecciones municipales y, desde entonces, ha gobernado en nuestro municipio la misma gente: el grupo que primero se llamó AIO, luego ATI y finalmente Coalición Canaria. En su núcleo duro personas de ideología cristiana y sensibilidad social –de corte conservador y prácticas acentuadamente populistas– y en su estructura organizativa estrechos lazos con unas, en principio, reivindicativas y pronto, acomodaticias y desmovilizadas, asociaciones de vecinos que han venido siendo controladas por personajes clave en cada uno de los barrios del municipio. Han creado, así, una tupida y potente red de lazos, clientelares en muchas ocasiones, de difícil y complejo desmantelamiento.

Esta estrecha relación con las asociaciones de vecinos fue durante un cierto tiempo vista con reticencia por “el Casco”, pero, a medida que se han venido sucediendo las elecciones, también este ha pasado a votar por mayoría a la formación “nacionalista”. Su pertenencia a la franja sociológica del centro-derecha les ha permitido, así, ocupar paulatinamente todo el espacio que en un principio compartió con la UCD y ahora usurpa al Partido Popular.

Los sectores llamados a poner en pie una alternativa necesariamente unitaria –la izquierda sociológica– han mostrado a lo largo de estas tres décadas una reiterada incapacidad, no me atrevo a calificarla de  ineptitud, para llevar a buen término esa tarea.

Ya en los primeros comicios del año 1979 se ponía de manifiesto esa incapacidad para el acuerdo y se verbalizaba el argumentario que, una y otra vez, ha impedido la articulación de un frente unitario progresista con ciertas posibilidades de triunfo.

Decían entonces los cabezas de lista, –Julio Sánchez Pellicer (PSOE), Domingo Domínguez (UPC) y Jesús García Delgado (PCE) – a la pregunta de los reporteros de “El Aguijón” –¿Por qué concurre la izquierda fragmentada en estas elecciones?– lo siguiente:

Esta era la escueta respuesta del primero: Porque izquierda es un concepto muy amplio y dentro de ella hay posturas que no son fáciles de unificar en un momento dado. De todas formas creo que, dentro del Ayuntamiento, nos va a ser mucho más fácil llevar una política común.

Esta la extensa contestación del segundo: Nosotros entendemos que la visión que los partidos de la Izquierda Parlamentaria (PSOE, PCE) sobre los problemas nacionales, sobre su intervención en órganos autónomos inoperantes (léase Junta de Canarias), sobre sus pactos con la derecha, etc., se ha ido uniendo a los ya históricos problemas y divisiones de la izquierda. Incluso esos dos partidos mencionados protagonizaron a lo largo de las elecciones pasadas un “match” para ver quien de los dos disputaba el terreno al otro y quien le podía restar votos a quien. Mientras eso pasaba, en Canarias surgió una opción nacionalista y de izquierda que no sólo sacó un diputado sino que dió una lección de cómo hay que ir tratando los problemas nacionales de los pueblos del estado. En lo que se refiere a estas elecciones locales, todo estaba escrito desde mucho antes. No en balde todos los proyectos unitarios que se han realizado en La Orotava los han intentado fuerzas que hoy están en nuestra coalición. La aparición de otras no ha sido sino la plasmación de un hecho que se viene repitiendo.

Y en estos términos se despachaba el candidato del PCE: Nosotros creemos que hubo un cálculo erróneo del PSOE al considerar que iba a triunfar en las elecciones legislativas, así como intransigencia por parte de la UPC que trasladó a las municipales el mismo esquema que empleó en las generales. Tampoco nuestras iniciativas fueron todo lo claras que debieron haber sido. Sin embargo, queremos aprovechar la ocasión para proponer para después de las elecciones un acuerdo de actuación y un trabajo coordinado, destinado a acabar con el poder de la derecha en nuestro Municipio.

Estas tres opciones políticas de entonces, son ahora el PSOE, Iniciativa por La Orotava (IpO) e Izquierda Unida (IU), los dirigentes han cambiado, también dos de las siglas de entonces, pero su pertinacia sigue viva: elección tras elección se acentúan las diferencias de forma que resulta imposible articular una plataforma unitaria. Se añade al “guirigay” anterior la irrupción de la sensibilidad ecologista organizada alrededor de la marca “los Verdes” y no sé si para los próximos comicios alguna escisión del nacionalismo radical -¡más radical aún!

Resulta, incluso, curioso comprobar que la argumentación utilizada en el cuestionario anterior –y vuelta a utilizar en cuantas ocasiones se intentó construir una alternativa a la cada vez más asentada opción nacionalista de centro derecha– se reproduce en las recientes declaraciones de los candidatos del PSOE e IpO a las municipales de 2012.

En una nota de prensa se recogía lo siguiente: Consultado acerca de la posibilidad de que el Partido Socialista se alíe con otras formaciones políticas de cara a las elecciones del próximo año, Manuel González dijo que esta opción está descartada. Dejó claró que el PSC-PSOE mantendrá "la misma estrategia que hace cuatro años" ya que cuenta "con puntos a su favor", y puso como ejemplo el tener unas siglas consolidadas, "que son las mismas con las que se presentaron a las elecciones de 1979"; contar con un proyecto "de sentido común y de progreso" y que, al mismo tiempo, "es diferente" al de cualquier otra formación.

En términos similares se habían expresado ya los nacionalistas de izquierda: Se acuerda, por otra parte, concurrir en solitario a las próximas elecciones municipales (como así ocurriera en los pasados comicios), ante el panorama partidista actual, emitiendo el siguiente posicionamiento:

• Desde IpO nunca nos hemos opuesto a una unidad de la izquierda, pero somos concientes (y se ha demostrado) de que nuestro proyecto y nuestra visión de una izquierda real y transformadora distan mucho de los proyectos de los otros partidos políticos de nuestro municipio.

• IpO nació y ha crecido como un proyecto autónomo, al margen de estructuras partidistas supramunicipales, con vocación de aglutinar a aquellas personas que deseen trabajar por un proceso de transformación social y político desde el ámbito municipal. Nació, además, como plataforma desde la que trabajar unitariamente para la consecución de estos objetivos y hoy sigue manteniendo ese carácter. Es por ello que mantenemos las puertas de nuestra asamblea completamente abiertas a aquellas personas que quieran trabajar, desde la izquierda, por un futuro de justicia social y democracia real en La Orotava.

• Por ello, insistimos, IpO representa un proyecto político sólido (con casi quince años de existencia) con una trayectoria de coherencia y constancia que le ha permitido consolidarse como una fuerza con capacidad demostrada para aglutinar un proceso de cambio y transformación en nuestro municipio.

• Asimismo acuerda, como línea política a seguir de cara a los próximos comicios municipales, seguir trabajando en la construcción de una alternativa de izquierdas transformadora que supere el rígido marco institucional, a través de proceso cotidiano de confluencia entre los sectores populares, de apoyo a los movimientos sociales y de izquierda del municipio y no centrado en los meros intereses electorales que se ponen en juego cada cuatro años.

• Desde nuestro grupo estamos trabajando barrio a barrio para conseguir convertir La Orotava en un pueblo donde todas las personas puedan decidir de primera mano su presente y su futuro. Dónde los intereses económicos no estén por encima de nuestros derechos sociales, acabando así con el gobierno de Coalición Canaria desde abajo, desde los vecinos y vecinas de las que formamos parte

Al margen de la fraseología que este último comunicado rezuma, las razones esgrimidas por ambas formaciones para defender su concurrencia en solitario a los próximos comicios municipales, coinciden: siglas consolidadas, “proyecto de sentido común y progreso” en un caso o “proyecto político sólido (con casi quince años de existencia) con una trayectoria de coherencia y constancia” en el otro y por último, pero no por ello de menor importancia, proyectos “diferentes al de cualquier otra formación”.

Volvamos al “Aguijón” y a las primeras elecciones municipales y, más en concreto, a un artículo, al que ya he hecho referencia con anterioridad, donde reflexionaba sobre los comicios que se celebrarían en el mes de marzo de 1979. Decía entonces: Las elecciones municipales son el inmediato campo de batalla que, pese a las perspectivas nada halagüeñas que los resultados antes mencionados reflejan, hay que encarar.

Conviene analizar, por un lado, las razones que a nuestro juicio han contribuido a que el espectro político de izquierdas concurra a las mismas completamente desunido –con vocación de suicidio por emplear un término gráfico– y, por otro, las candidaturas encuadrables en el marco de una derecha más o menos acusada.

¿Por qué la izquierda no presentó una candidatura única y, dejando a un lado sus respetables diferencias ideológicas, dirigió sus esfuerzos hacia su enemigo principal: las clases poseedoras, las opciones de derecha?

A nuestro juicio, y en lo que se refiere a nuestro pueblo en concreto, las razones son las que exponemos a continuación.

El planteamiento del PSOE se ajustó desde el principio a un análisis en el que el triunfo en las generales le convertía en partido de gobierno. Debía, en consecuencia, mantener la hegemonía indiscutida. Por otra parte, el talante conservador y carente de iniciativas que caracteriza a la ejecutiva local, cuyo comportamiento y planteamientos de la política en los Municipios no difiere sensiblemente de los que practica la derecha, hace aún más difícil cualquier tipo de acuerdos.

La UPC (Unión del Pueblo Canario), que en La Orotava anima el Partido de Unificación Comunista Canario (PUCC), trasladó a las municipales los mismos esquemas que utilizó en las generales –la canalización de un sentimiento, en muchos casos difuso y confuso, nacionalista– sin prever que, en este caso, va a ser más difícil presentar a los otros grupo y personas que concurren a estas elecciones como sucursalistas, como defensores de intereses no canarios. La unidad basada en presupuestos ideológicos difícilmente compartibles por otras fuerzas de izquierda hizo imposible cualquier acuerdo. La intransigencia pudo más que la razón y el caciquismo canario no se sintió amenazado.

Visto el asunto con la perspectiva que da el tiempo quizás estuviera justificada en esa primera concurrencia electoral poner a prueba la fortaleza y la capacidad de “enganche” de unas siglas concretas.

Analizados los resultados y la posterior evolución de las fuerzas en liza –desaparición de la UCD y paulatina consolidación del entramado de la AIO convertida, primero en ATI y luego en Coalición Canaria– seguir aferrados a los mismos planteamientos era ya, en los comicios siguientes, un error.

¡Cómo calificar, entonces, el que a estas alturas del partido se siga en la misma "onda"!

Desde mi modesta perspectiva de ciudadano de a pie, como necedad, incompetencia, infantilismo e irresponsabilidad.


4 comentarios:

Jose Delgado dijo...

Parece que vas aterrizando. Te olvidas de ICAN y también estas olvidando que los grupos de izquierda que se arrogaban la reprensetación del PCE u otros, solo eran Chaco Vital, Miguel Hernández y no se si algún otro. Que servían a la derecha para así dividir el posible voto de la izquierda aunque ciertamente en esa época tenía rasgos nacionalistas ¿La moda?
No solo recordar es crítico. También el análisis debe actualizarse. San Telmo está un poco revuelto, pero se puede uno bañar.

miguel dijo...

Me alegra que alguien que vivió estos tiempos que yo, como no puede ser de otro modo, relato desde mi óptica puntualice mis apreciaciones. Historiar lo que UPC -y si quieres, también ICAN- significó sería interesante. Yo no puedo hacerlo porque estaba lejos de esa corriente política, pero tú y otros de tus antiguos correligionarios podríais hacerlo.

Pablo Ródenas dijo...

Me envía Toño Sánchez tu reflexión, Miguel. Como observador en la distancia de los asuntos orotavenses te haría tres amigables comentarios: uno, la semejanza que encuentras entre pasado (1979) y presente (2011) no puede exagerarse, pues hay tanta simetría como asimetría entre ambas situaciones; dos, "la" izquierda -en singular- nunca ha existido ni existirá pues el pluralismo democrático exige atender a la diversidad real de las diferentes posiciones de izquierda (otra cosa es que las izquierdas no están obligadas a relacionarse de forma sectaria); y tres, también hay una paradójica simetría entre la unidad que defendías antes y ahora (pero no diría por eso que es una prueba de "necedad, incompetencia, infantilismo e irresponsabilidad", sino una opción más, a respetar, aunque sea irrealizable). Te lo dice alguien que trabajó por la "unidad" y la "unificación" (y que llegó a comprender que ni era realizable ni deseable). Saludos

miguel dijo...

Pablo, me alegra saber de ti y supongo que no se te ocultará que estoy al tanto de que hay más de una izquierda, ¡también más de una derecha!, pero estas tienen claro que el objetivo de los partidos políticos es el poder para, desde él, actuar y cambiar la realidad y, por ello, posponen las diferencias y acentúan lo que les une. En La Orotava, por pura higiene democrática, se necesita una alternancia y una alternativa que sólo será creíble si es unitaria. Muchos años con las mismas fórmulas acreditan al menos cierta contumacia. Un abrazo