lunes, 24 de enero de 2011

LAS ELECCIONES MUNICIPALES EN EL HORIZONTE: ¡Qué si quieres arroz, Catalina!

 


Poco a poco van apareciendo los candidatos de las distintas opciones que concurrirán a los próximos comicios electorales; hasta ahora han sido nominados los de IpO -José Antonio Lima-, el PSOE -Manuel González- e Izquierda Unida -Fran Baute- y, pronto, lo serán los del resto de formaciones -CC volverá a apostar por Isaac Valencia, un "valor seguro", y el PP repetirá, previsiblemente, con Enrique Martín.

El panorama es, pues, el de siempre (o más desolador si cabe para los que nos gustaría, por una cuestión de simple higiene democrática, ver triunfar a una alternativa progresista de izquierdas): un partido de derechas, el PP, al que pueden ayudar los "aires" que soplan en el ámbito nacional pero que no parece concitar mucho entusiasmo a nivel local; un partido, Coalición Canaria,  que "pesca en todas las aguas", que explota con éxito el disfraz nacionalista y al que avala en el municipio una gestión que se precia de eficaz; y 4 o 5 formaciones -a las tres citadas anteriormente se sumarán en breve Los Verdes y una nueva sigla Alternativa Nacionalista Canaria, ANC (¡qué empacho de nacionalistas!)- que se autotitulan de izquierdas y que se disputan, lo reconozcan o no, un exiguo caladero.

El resultado está cantado: ¡nueva mayoría de C.C.! La única incertidumbre parece ser la cuantía de la misma.

Nota: Hemos utilizado en el encabezamiento de estas notas la expresión, ¡Qué si quieres arroz, Catalina!, porque nos ha parecido muy apropiada para describir la actitud de los sedicentes partidos de izquierda ante las requisitorias para articular una alternativa unitaria.

El origen de la citada expresión es el que sigue:  Parece ser que Catalina, esposa de un judío converso y nacida en tiempos de Juan II de Castilla, consumía grandes cantidades de arroz; además lo recomendaba a todo el mundo como remedio a cualquier mal. En su lecho de muerte, los vecinos se reunieron en torno a ella y recitaron a coro: "¡que si quieres arroz, Catalina!". Pero ella, moribunda, hacía oídos sordos. Desde entonces, esta frase se dice cuando alguien no hace caso a lo que dicen.

El refranero español ofrece un extenso muestrario de dichos de amplia y ajustada aplicación a lo que previsiblemente serán los próximos comicios municipales. Aquí van alguno de ellos: A rio revuelto, ganancia de pescadores; A burra vieja, albarda nueva; A cada pajarillo, le suena bien su cantarcillo;Uno que a redentor se metió, crucificado murió; Uno y ninguno, en total suman uno; Unos por otros, y la casa sin barrer. 

¡Que cada cual se identifique con el que más le cuadre!


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