Acabo de terminar la lectura de la novela de Umberto Eco "El cementerio de Praga" y mientras permanecía sumergido en sus páginas tenía la extraña sensación de transitar por un territorio deja vu y no dejaba de preguntarme por el sentido que tenía, en pleno siglo XXI, recuperar, como modelo literario, el "folletón" del XIX.
¿Quizás la historia que a la postre se cuenta -la creación y puesta en circulación de los famosos Protocolos de Sión- no admite otro tratamiento? ¿Tal vez, a juicio de Eco, es este el género literario que mejor se adecúa a los tiempos y acontecimientos que relata?
Los Protocolos de los Sabios de Zión |
¿Quizás la historia que a la postre se cuenta -la creación y puesta en circulación de los famosos Protocolos de Sión- no admite otro tratamiento? ¿Tal vez, a juicio de Eco, es este el género literario que mejor se adecúa a los tiempos y acontecimientos que relata?
La historia del capitán Simonini está plagada de falsificaciones y engaños, de creación y recreación de "hechos", de discursos múltiples -¡qué más da, si contradictorios!- en los que cada uno encuentra lo que le conviene creer o aquello en lo que ya cree, de libelos y panfletos desde los que difama, de disfraces y personalidades que se desdoblan, etc., y a medida que la peripecia se desarrolla va instalándose en nosotros la vaga sospecha de que el autor no parece estar hablando sólo del siglo XIX sino, también, de nuestro propio y actual devenir, de nuestro tiempo.
No me ha abandonado, sin embargo, la sensación de que es una obra menor y que su autor no está especialmente dotado para la narración novelesca -le pesa, probablemente, un exceso de erudición.
No me ha abandonado, sin embargo, la sensación de que es una obra menor y que su autor no está especialmente dotado para la narración novelesca -le pesa, probablemente, un exceso de erudición.
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