Acabo de recibir el boletín que distribuye IpO y observo con sorpresa (¡esto es una figura retórica porque ya me queda poca capacidad para la sorpresa cuando de estrategia municipal desde la sedicente izquierda se trata!) que en su editorial y con el título En mayo, vota útil, por un lado, se nos anuncian las elecciones de mayo y se nos insta a aprovecharlas para renovar o cambiar el Ayuntamiento, y por otro, se nos urge a reflexionar y considerar la utilidad de nuestro voto.
Más adelante se nos recuerda que habrá muchas opciones entre las que elegir y se nos aclara que: Sobre todo en la izquierda, pues se intuye que se presentarán varias alternativas. Huelga decir que no todas son dignas de la misma consideración pues, por un lado estarán las organizaciones ya consolidadas, como IpO y, por otro, nuevos partidos que no tienen representación en el Ayuntamiento y otros que, al igual que los anteriores, tienen una escasa o nula implantación social y política en el municipio. El panorama es, pues, ¡IpO y los demás!
En un alarde de profundidad de análisis político prosiguen: esta proliferación de alternativas de izquierda y la posible división del voto progresista tendrá, posiblemente, un claro beneficiario: Coalición Canaria. ¡Dios mío, qué clarividencia! Las razones de esta proliferación no se nos dicen, tampoco se hace mención alguna a su apuesta por la concurrencia en solitario, que ya anunciaron con muchísima antelación para que no hubiera dudas, y por ende nada de su responsabilidad en el mosaico de esa izquierda. Pero, eso sí, a continuación nos piden a nosotros, los electores, que seamos responsables -¡y pongamos remedio a su pertinaz irresponsabilidad!- y concentremos nuestros votos en esa opción (IpO, ¡por supuesto!), pues, votar útil será apostar por quien más posibilidades tiene de hacer posible ese cambio.
En un artículo anterior utilizaba el refranero para caracterizar la política orotavense y hacía uso de varios de esos dichos que tan acertadamente destilan la sabiduría de años; la editorial anterior me permite volver a pedir prestado uno de ellos y acabar este escrito con un ¡A buenas horas, mangas verdes!
Esta frase hecha tiene una historia que me permito añadir: Durante el mandato de los Reyes Católicos se crearon los Cuerpos de la Santa Hermandad, tras su aprobación en las Cortes de Madrigal, en 1476. El cuerpo fue constituido para prestar auxilio en cualquier tipo de emergencias. Sus miembros vestían un uniforme con coleto -vestidura de piel que cubre el cuerpo hasta la cintura- y bocamangas de color verde.
Relatan los cronistas de los siglos XVI y XVII que este cuerpo se ganó a pulso la fama de impuntualidad. Generalmente, cuando llegaban al lugar requerido para prestar el auxilio ya se habían cometido los desmanes y siniestros. Y a veces tardaban tanto que los vecinos del pueblo habían resuelto el problema. De ahí que cuando se personaban en el lugar de los hechos, la gente les reprochaba diciendo: ¡A buenas horas, mangas verdes!
La frase ha quedado para expresar en sentido peyorativo la demora y llegada tardía de un auxilio, así como para significar que los méritos no llegan en el momento oportuno.
Imagino que, en breve, -a medida que se aproximen las elecciones- tendremos nuevas oportunidades de visitar el refranero.
Relatan los cronistas de los siglos XVI y XVII que este cuerpo se ganó a pulso la fama de impuntualidad. Generalmente, cuando llegaban al lugar requerido para prestar el auxilio ya se habían cometido los desmanes y siniestros. Y a veces tardaban tanto que los vecinos del pueblo habían resuelto el problema. De ahí que cuando se personaban en el lugar de los hechos, la gente les reprochaba diciendo: ¡A buenas horas, mangas verdes!
La frase ha quedado para expresar en sentido peyorativo la demora y llegada tardía de un auxilio, así como para significar que los méritos no llegan en el momento oportuno.
Imagino que, en breve, -a medida que se aproximen las elecciones- tendremos nuevas oportunidades de visitar el refranero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario