REGENERAR LA POLÍTICA

Hojeó el periódico y no pudo evitar un sobresalto; allí, en primera página, en titulares aparecían las noticias. En una de ellas podía leerse: Mariano Rajoy critica la gestión y el despilfarro de Camps en la Comunidad Valenciano y censura a Fabra por la construcción del aeropuerto de Castellón y en la otra: Alfredo Pérez Rubalcaba considera incomprensible el escaso control ejercido por los ejecutivos de Chávez y Griñán sobre el dinero de los ERE en Andalucía. Siguió leyendo y su desasosiego se acentuó; ambos afirmaban su propósito de exigir responsabilidades por una gestión manifiestamente mejorable así como su disposición a colaborar con la justicia en la investigación que, a su juicio debía iniciarse. De pronto, sin saber cómo ni por qué, las páginas parecieron esfumarse y una difusa claridad ocupó su espacio visual; el suave calor de las sábanas le devolvió a la realidad.

Manejar la informacion en tiempos de crisis

A medida que avanza el proceso de ocupacion de las instituciones por parte del PP, va quedando claro lo que pretenden: retornar a unas prácticas en las que priman la manipulación y el engaño frente a la información y la verdad. No se duda,así, en retorcer el lenguaje hasta desnaturalizarlo -siguiendo las enseñanzas desplegadas en las sociedades totalitarias- ni, tampoco, en tomar por asalto los medios de comunicación públicos -eliminando a los independientes y desafectos y colocando a los afines y fieles. El temor, el desasosiego y la resignación ante una crisis de la que se culpabiliza siempre al otro -el Gobierno anterior, Merkel, Bruselas, etc.-, y que se nos vende como inevitable ha servido, y aun sirve, para mantener maniatada a una sociedad que, poco a poco, comienza a entender el alcance de esta contrarreforma que amenaza con dinamitar conquistas que nos habían convertido en ciudadanos. De ahí esa precipitación por controlar la información, de ahí la amenaza que se cierne sobre nosotros.